En
tiempos remotos este lugar estuvo ocupado por los Celtas pero la romanización
fue la que transformó culturalmente esta región. Lo prueban los diversos restos
arqueológicos conservados en el Museo Nacional Machado de Castro, construido
sobre el “criptopórtico” de la Civita Aeminium, el foro de la ciudad romana.
Bajo
el reinado de Afonso Henriques fue integrada al territorio portugués, esto en
1131. Son de esa época algunos de los monumentos de la ciudad: la Sé Velha
(Catedral Vieja) y las iglesias de São Tiago, São Salvador y Santa Cruz.
La
Universidad de Coimbra, fundada en 1290 por D. Dinis, es una de las más
antiguas de Europa. Con el nombre de "Estudios Generales", se
trasladó entre Lisboa y Coimbra a lo largo de varios reinados hasta que fue
definitivamente establecida en esta ciudad en 1537, por D. João III. Desde
entonces ocupa el mismo edificio, antiguo Pazo Real medieval, adquirido por la
institución en 1597 a Felipe II de España que entonces gobernaba Portugal.
Fue
en la Quinta de las Lágrimas donde se desencadenó el amor entre D. Pedro I y
Inés de Castro. Fue mandada
asesinar por orden del rey D. Afonso IV, considerando que el romance supondría
cierto peligro de subyugación a Castilla. Romance que inspiró a poetas y escritores,
su historia es parte del patrimonio de la ciudad
En
el siglo XVII los jesuitas llegaron a la ciudad, señalando su presencia con la
construcción de la Sé Nova. En el siglo posterior, la obra regia de D. João V
enriquecerá algunos de los monumentos de Coimbra, incluyendo la Universidad. D.
José I realizará algunas transformaciones dirigidas por el Marqués de Pombal,
principalmente en la enseñanza.
A
principios del siglo XIX, las Invasiones Francesas y las guerras liberales portuguesas
dieron comienzo a un período conturbado, sin gran desarrollo para la ciudad.
Desde entonces, los estudiantes han sido quienes la han recuperado y
transformado en la ciudad universitaria por excelencia de Portugal.
La Biblioteca Joanina, que no hemos podido visitar, por
estar cerrada, así como todo el edificio de la universidad. De ella el Conde
Raczinski escribió en "Les Arts au Portugal": «es la más bella, más
ricamente decorada biblioteca que he visto hasta hoy».
Tuvimos que volver a Porto quedando mucho de Coimbra por
ver. La hora y la época del año no han sido las adecuadas.
Dimos nuestro adiós al Penedo da Saudade y pasamos de
espacio, pero sin detenernos, por la Quinta das Lágrimas, el Portugal de los
pequeñitos y el Convento de Santa
Clara: recordando a la reina Santa Isabel y el milagro de las rosas.
VOLVEREMOS!!!